Esta es mi casa

Hoy intenté salir de mi locura. Mis manos no tocaban nada, mis palabras no tenían sonido... mucho menos sentido. Mis ojos miraban con temor.
Nada de lo que pensaba encajaba con nadie, y me pregunté en qué momento me había alejado y cuanto de este mundo al que ya no podía volver.
Qué frágil es mi corazón ante tanta injusticia, cómo me atreví a pretender ordenar al desorden por naturaleza.
En qué momento imaginé al infinito tan inmediato.
Porqué me refugié y me consumí como una llama a punto de apagarse.
Qué males había cometido para decidir reclutarme en mis pensamientos.
Cuánto había sufrido, que había decidido no curarme más.
Cuánto había extrañado, que ya la soledad estaba merecida.
Cuánto había perdido, que lo que poco que tenía era suficiente.
Los miré uno por uno... estaba claro que en ellos no te iba a encontrar. Por esos años estuvo bien.
Cuando comencé a darme cuenta de lo que quería, fue cuando me comencé a alejar. Y cada vez más ida, era cada vez más yo. No se puede estar en dos lados a la vez, yo desde mi locura sí lo conseguí. Porque sólo estaba en un camino que nadie se atrevió a caminar. Y mientras todos me hablaban y yo no los escuchaba, y mientras todos me tocaban y yo no los sentía. Fue en ese momento en que yo estaba alejándome cada vez más...
La última sonrisa que les dediqué, quizás ya se haya borrado... ahora para volver a encontrarla brillar, será necesario que se animen a entrar aquí.
La locura como todo lo que se elige en este mundo debe ser pagado. Cuesta quizás perderse del noticiero de la tarde, de la votación de la próxima elección, del bondi que pasaba cinco minutos antes de que llegara a la parada, del pantalón que está hoy en la vidriera y yo lo compre dentro de diez años recién, de la 1.0000.0000.0000 película de superhéroes en los que nunca voy a creer.......................... Pero no me voy a perder jamás saber que amarte estaba tan cercano a mi; que un hombre que murió el año en que yo nacía, había ya escrito en su novela más brillante, un pedazo de mi vida; que sin ir a ningún lado ya he recorrido el mundo y más allá; que los sabores no los siente el paladar sino mi corazón; que no hay lugar más seguro que aquel donde me estoy jugando la vida; que desperté a mi razón de religiones e instituciones sin razón; que no será nunca la última vez que me decepciones; que voy a perder tanto como gane; que no tenerte a mi lado, no significa que te hayas ido; que si yo tengo miedo es porque vos me temés a mi; que cuando alguien me está esperando, yo voy a dejarlo plantado, porque aún creo en lo que sueño; que el tiempo se está yendo porque yo no quiero ser feliz; pero sobre todo, que no voy a cerrar mis ojos antes de haber visto todo lo que tenía que ver.